Carlos Salazar Ruiz

Con base en los informes de Solano, los cuales indicaban que Méndez no se había movido de su posición, fue suficiente para que Arteaga y Salazar ordenaran a sus hombres descansar.

Por desgracia, Solano y Tapia, los dos oficiales en quienes Arteaga puso la seguridad del ejército republicano, habían sido comprados.

En un momento de humildad, Arteaga le pidió a Salazar que no le permitiera flaquear, que lo ayudara a pararse frente al pelotón con valentía y dignidad.

Salazar lo abrazó y le dijo: «No se preocupe general, vamos a mostrarles cómo mueren los hombres».

En los días anteriores había llovido en los alrededores, así que el ambiente olía a tierra húmeda.

Salazar, sin moverse, se desabrochó la camisa y enseñó a los tiradores dónde quedaba el corazón, y con voz inquebrantable dijo: «Voy a enseñar cómo muere un leal republicano asesinado por traidores».

A su ejecución el general Carlos Salazar tenía 36 años de edad.

En este acto luctuoso, la oración fúnebre fue elocuentemente pronunciada por el escritor, poeta y diplomático, Lic.

Ignacio Manuel Altamirano, a quien siguió el poeta y político, Lic.

Se conocen desde entonces, para honrar su memoria, como los Mártires de Uruapan.