Carilda Oliver Labra

Ella le dedicó el poema Se me ha perdido un hombre, cuando este enfermó de gravedad y murió.

En 1943 publicó su primera obra Preludio Lírico en Matanzas pagado por su padre Pedro Oliver, el cual fue su primer poemario formado con textos que escribió entre 1939 y 1942,  sin embargo no mostraba por completo su personalidad como el resto de sus obras.

En este mismo año, contrajo matrimonio con Hugo Ania Mercier, abogado y poeta, que tres años más tarde se divorciaría.

Aunque, cabe mencionar, que antes de este suceso él primeramente le pidió matrimonio y ella lo rechazó, por lo que él intentó suicidarse tragando veneno, y después, se pegó un tiro, echándose a un río.

Durante este periodo, hubo una explosión de creatividad poética en Cuba, con autores como Nicolás Guillén, José Lezama Lima y, por supuesto, Carilda Oliver Labra.

A su vez, también hubo una ruptura de relaciones entre Estados Unidos y Cuba en 1961, que provocaría un embargo económico entre las dos naciones y Cuba pasaría a depender económicamente de la Unión Soviética hasta su posterior caída.

En los años iniciales de la Revolución cubana parecía insuficiente para la lírica el tono intimista predominante en las décadas precedentes, e incluso la anterior poesía social (de protesta, denuncia y combate) se convertía en impropia para las nuevas circunstancias sociales.

Esta corriente perduró al menos por dos décadas, aunque, se practicó hasta el final del siglo XX entre los poetas que no variaron su actitud discursiva.

Es de interés resaltar la gran coordinación existente entre su estilo predominante (la poesía erótica) con sus sonetos, ya que estos mismos están asociados con el deseo y, durante siglos, los poetas han usado el marco del soneto para explorar la complicada experiencia humana del amor romántico.