Campaña de Pirro en Sicilia
[2] Esa flota cartaginesa navegó hasta Siracusa en Sicilia, y como parte de esta nueva era de cooperación transportó soldados romanos a Regio,[3] en un intento por eliminar algunos bandidos campanos que habían emulado lo que habían hecho los mamertinos en Mesina.[3] Los tarentinos estaban disgustados de verlo partir, pero dejó una guarnición en dicha ciudad[6] mientras otras fuerzas permanecieron en Locri bajo el mando de su hijo Alejandro para apoyar a sus aliados italianos.Pirro no permaneció inactivo por mucho tiempo y de inmediato empezó a marchar hacia las ciudades cartaginesas con un ejército que había aumentado a más de 30.000 infantes y 1.500 caballeros —2500 según Plutarco.Los restos de las fuerzas púnicas fueron arrastradas hasta la costa norte, refugiándose en las ciudades amuralladas como Erice y Panormo.Pirro atacó estos territorios, les puso sitio y luego asaltó sus murallas.Los mamertinos estaban aliados con los cartagineses que, evidentemente, quisieron suscitar un segundo frente en contra de Pirro.Pirro los combatió, mató a los recaudadores de impuestos y asoló sus fortificaciones.Desde Lilibea llegaron embajadores cartagineses que ofrecieron un acuerdo de paz pero fue rechazado por Pirro.[3] Disgustado por la derrota, Pirro quiso poner en práctica un nuevo plan que consistía en armar una gran flota y, al igual que Agatocles había hecho antes, llevar la guerra a África.Para ello Pirro tenía un alto número de barcos pero no contaba con suficientes tripulaciones.[8][9] Estos actos le hicieron perder su popularidad entre las ciudades sicilianas, que desde entonces lo consideraron un tirano.[8] A su salida, Hierón fue nombrado general de Siracusa y después rey.