El más antiguo de los estilos (con apogeo en la dinastía Qín, 221 a. C.-206 a. C.), conocido como escritura del sello (篆書, zhuànshū), corresponde a una adaptación de los caracteres tal como eran grabados, que no pintados, sobre bronce o piedra.
Se remonta al siglo IX a. C. y deriva directamente de caracteres arcaicos, 甲骨文 jiǎgǔwén (bajo la dinastía Shāng) y 金文 jīnwén (bajo los Xīzhōu, o Zhōu occidental), respectivamente "escritura de oráculos sobre hueso" grabada sobre caparazones de tortuga para la adivinación del futuro y "escritura sobre bronce" sobre bronces litúrgicos.
No se debe pensar que el gran sello y los caracteres arcaicos son lo mismo: el gran sello es el tipo de escritura a trazo más antiguo aún en uso y no la escritura china más antigua.
La segunda, el pequeño sello, es una estandarización y un perfeccionamiento del gran sello que data de la dinastía Qín, cuyo modelo se debe al primer ministro de Qín Shǐhuáng, Lǐ Sī (hacia el 200 a. C.).
Fue para los funcionarios, los escribas, para los que -según la tradición- Chéng Miǎo, director de prisión bajo la dinastía Qin (221 a. C.-206 a. C.), habría creado un estilo de trazado más simple a partir del estilo del sello.
Este nuevo estilo sigue unas reglas gráficas determinadas (ver en Wikipedia en francés).
Los trazos son cuadrados, aplanados en la zona media, espaciados y tendentes a desbordar por los lados.
Se usa por lo tanto, aparte de en caligrafía, principalmente para eslóganes, citaciones ilustres y títulos.
Esta escritura, vector de la administración, ha por tanto participado, por su estabilidad, en la hegemonía del poder imperial, hasta tal punto que hasta las simplificaciones de 1958 y 1964 hechas en la República Popular China, no había sido retocada ni modificada.
El último de los estilos caligráficos, también llamado cursiva o escritura loca es sin duda el más sorprendente.
El trazo de los caracteres -que aparecen fuertemente deformados, parecen formas sin constricciones aparentes, a menudo ligados entre sí y que se alejan del cuadrado virtual- reposa sobre formas taquigráficas tomadas de los estilos anteriores.
Este estilo, en efecto, no se usa actualmente para borradores: requiere un tal conocimiento de la escritura china y su historia y una tal maestría de la técnica que se ha reservado principalmente para el arte.
La tinta china se hace de carbón vegetal molido, agua destilada, goma arábiga.
Según sea la cantidad de carbón, la tinta será más oscura o clara.
Solo se usa su punta mientras que la parte posterior del mechón sirve como depósito de la propia tinta.
En su mayoría es de color negro, sirve como recipiente para el agua, rallador para la barra de tinta, superficie para alisar y reorganizar las cerdas del pincel y, finalmente, como recipiente para la tinta líquida producida.