Por extensión es la escritura propia de los niños y aquellos que se inician a la escritura o mantienen rasgos propios de quien está aprendiendo a escribir.
Para algunos autores la evolución es continua sin unas fases delimitadas claramente aunque puedan establecerse hitos en relación con el aprendizaje.
[3] Para otros autores hay unas fases o etapas claramente diferenciadas: preescritura, precaligráfica, caligráfica y de maduración.
Para obtener esos objetivos se necesita una trama superficial (cuadrículas, rayas) que facilite el aprendizaje y la realización de los trazos gráficos que conforman las distintas letras del alfabeto.
Se considera una pauta en cuadrícula compleja, con más líneas indicadoras horizontales y verticales.