Pluma estilográfica

Las primeras estilográficas que incluyeron estos componentes clave aparecieron a mediados del siglo XIX.

Las plumas estilográficas eran muy usadas para el diseño técnico, hasta que se empezó a producir en masa en los años 1880.

Los productores dominantes en Estados Unidos en este periodo eran Waterman, Plumingo, Wirt, en Nueva York y Bloomsburg (Pensilvania) respectivamente.

Waterman pronto sobrepasó a Wirt, junto con muchas compañías que se originaban para rellenar el recién creado mercado de la pluma estilográfica, y se mantuvo como líder de mercado hasta los años 1920.

En ese momento las plumas se recargaban desatornillando una parte del depósito hueco y añadiendo la tinta con un cuentagotas.

Además, las estilográficas tendían a derramar tinta dentro de los capuchones y en la juntura por donde se abría el depósito para rellenarlo.

Los primeros bolígrafos eran caros, con tendencia a los derrames y un flujo irregular de la tinta.

En ese periodo aparecieron modelos clásicos como la Parker 51, la Sheaffer Triumph y la Eversharp Skyline.

Sin embargo, las plumas estilográficas de cartuchos recargables todavía eran comunes en países como Alemania o Francia.

Muchos artistas consideran las plumas estilográficas las mejores herramientas para escribir o dibujar.

No es fácil, pues, la selección de una pluma, y menos aún si se elige como regalo para otra persona.

Las plumas anchas de caligrafía pueden tener varias hendiduras para ayudar a distribuir la tinta por todo el borde.

Incluso puede darse el caso de que dos puntos diferentes tengan un trazo real muy parecido.

Como señala Enrique Lipszyc, con ella el historietista puede lograr un trazo fino y delicado, que permite hermosos efectos decorativos.

Por distintos mecanismos, el depósito era comprimido y luego se liberaba para absorber la tinta desde un tintero.

Actualmente, en las gamas bajas y medias predomina el sistema de carga doble que permite el uso tanto de cartuchos como de un cargador (anglicismo: convertidor), similar al cartucho en tamaño y apariencia pero con un mecanismo para el llenado (por émbolo, vacío o émbolo a tornillo) que permite su recarga desde un tintero.

Se dice, pero es un mito, que las plumas estilográficas sufren mucho viajando en avión por la presurización.

Cargadas, tienden a expulsar bruscamente la tinta durante el vuelo, posiblemente manchando la camisa del portador.

En las plumas con cierre de rosca esto último es menos probable, pero es recomendable viajar en avión con la estilográfica vacía.

Estos son datos aproximados, ya que aunque se llaman cartuchos estándar, no están realmente estandarizados.

Pluma estilográfica.
Partes de una pluma estilográfica genérica.
Plumas estilográficas Parker de los años 1920.
Pluma Sheaffer.
Plumín de una estilográfica Inoxcrom .
De izquierda a derecha:
1. Pilot Justus 95.
2. Pelikan Souverän M1000.
3. Montblanc Meisterstück 149.
4. Pilot Heritage 912.
5. Parker Duofold Centennial.
6. Sheaffer Snorkel Admiral.
7. Lamy Dialog 3.
8. Welty.
9. Parker Sonnet.
10. Conway Stewart 55.
11. Waterman Thorobred.
12. Mabie Todd Swan 3220.