Trazo (escritura)

Se puede entender por trazo cada una de las rectas y curvas que componen una letra (en cuyo caso la letra L se compone de dos trazos) o bien el conjunto de rectas y curvas que se escriben sin levantar el lápiz (u otro instrumento de escritura) del papel (según esta definición la L se escribe con un trazo).

En chino y japonés, la clasificación de los caracteres se suele hacer según el número de trazos que tienen; además, el orden de los trazos en el que se escribe cada carácter es muy importante.

Por ejemplo: En el estudio de los trazos en los sinogramas, son temas de interés su uso en la caligrafía asiática, su diferente escritura según el estilo empleado, las convenciones sobre su nombre y conteo y su uso en los ordenadores.

El trazo sobre un grafema es la modificación consistente en trazar una línea a través de una letra, que puede ser horizontal u oblicua, y tiene dos funciones distintas: 1) Función diacrítica: para asignar un signo ortográfico para derivar en letras con signo diacrítico, que representan acentos fonéticos que los diferencian de otros grafemas.

Ejemplo de letras latinas con trazo con función diacrítica: ā, ē, ī, m̄, n̄, ō, ō͘, ū.