Caín (en hebreo: קַיִן, Qáyin, o bien: קָיִן, Qā́yin; en griego: Κάϊν, Káïn; en árabe: قابيل / قايين, Qābīl / Qāyīn).
[2] Esta etimología tradicional ha sido glosada por los eruditos judíos y cristianos; Najmánides, en el siglo XIII, señala que el nombre de Caín presagia su papel de dominio, poder y pecado.
[13] Historiadores y filólogos concuerdan en que Caín era, originalmente, el epónimo tribal de los ceneos o kenitas (קֵינִי / Qēni) pueblo del Néguev, vinculado a la metalurgia, al cual pertenecía el suegro de Moisés, Jetró.
La narración prosigue indicando que el primero era agricultor (en hebreo: עֹבֵ֥ד, ‘ōḇêḏ; originalmente, «siervo», por extensión, «labrador») y pastor (en hebreo: רֹ֣עֵה צֹ֔אן, rō‘êh ṣōn; literalmente «pastor de ganado menor», es decir ovejas y cabras), el segundo; ambos hicieron un sacrificio al dios Yahweh, quien aceptó (literalmente: «miró con agrado») la ofrenda del menor, pero rechazó («no tuvo en cuenta») la del primogénito.
«Si es así, le dijo Yahweh el que mate a Caín deberá pagarlo siete veces».
A fin de prevenir esto, Yahweh declara que quien mate a Caín, deberá afrontar una venganza de sangre siete veces mayor y, como confirmación, pone una marca (hebreo: א֔וֹת, ’ōṯ, es decir: «un signo» o «señal») sobre Caín.
Marcha al oeste, a una región llamada Nod (נ֖וֹד, nōḏ) palabra hebrea que significa: «errante».
Allí conoció, es decir tuvo relaciones sexuales, con su esposa, la cual le dio un hijo llamado Enoc (hebreo: חֲנֹ֑וךְ, ḥănōḵ).
[22] Estas narraciones han sido glosadas, comentadas y ampliadas por la tradición judeocristiana, de donde fueron tomadas por el islam.
Agrega que fundó siete ciudades: Enoc, Mauli, Leeth, Teze, Iesca, Celeth y Yebbath.
La obra informa, por último, que Caín murió a la edad de setecientos treinta años.
Su hijo,Tubalcaín, le comunicó la presencia de un ser extraño en el bosque; una bestia o un merodeador.
Al comprobar lo que había hecho, Lamec golpeó en su tristeza a su hijo Tubalcaín, y lo mató.
[47][8][38] En el Corán la historia de Caín se menciona en la azora 5, llamada Al Ma'ida (La mesa servida), aleyas 27a 32.
[50][51] Según la tradición islámica posterior Qâbîl era el hermano mayor, asesino de Hâbîl.
En consecuencia, Dios aceptó el sacrificio de Hâbîl y juzgó contra Qâbîl.
Sin embargo, también se lo considera el fundador de Enoquia, la primera ciudad,[54] aunque una traducción alternativa atribuye tal inicitiva a Enoc, quien la habría nombrado en honor a su hijo Irad (que algunos identifican con la sumeria Eridu).
[2][8] Sin embargo, reconocían algunos comentaristas, había sido sincero en su arrepentimiento y por eso la marca era una señal de perdón.
[2][35][38]Otros rabinos, no obstante, destacaron que Caín era iracundo, como verdadero hijo de Satanás.
Además, al ser renovables con cada cosecha, no dejan en manos de Dios el destino del adorador.
A esta lectura, moderna, se añade la exégesis midráshica, según la cual Abel trajo la mejor carne de su rebaño, pero Caín no apartó lo mejor de su cosecha, una idea que retomaron los estudiosos cristianos.
Finalmente Dios conmina al hombre a dominar esos instintos que pretenden poseerlo.
Dios, por lo tanto, impone sobre el asesino una marca para protegerlo de tal eventualidad, y añade que quien mate a Caín, deberá esperar un castigo septuplicado, es decir, total.
El Corán afirma que la historia de Caín y Abel es un mensaje para la humanidad, el cual afirma que matar a una sola persona es como si hubiera matado a toda la humanidad.
A partir de ellos, numerosos artistas elaboraron obras escultóricas, literarias, musicales y pictóricas que recogieron el sino del personaje.
El origen del relato es la pareidolia que ve en los mares de la Luna una figura humana.
[80]Dentro del folklore mormón hay relatos acerca de encuentros entre miembros de la Iglesia y Caín,[81] quien todavía continúa errando por la Tierra; en estas narraciones se lo describe como un hombre muy alto, peludo y de piel oscura que vaga por el mundo rogando a la gente que lo mate y tomen su maldición sobre sí mismos.
[97] Caín es mencionado en numerosas obras musicales, especialmente canciones de rock y pop.