Cónclave de 1774-75

El Papa trató de defender a los jesuitas y contemporizar, pero finalmente tuvo que capitular, y en 1773 emitió el documento Dominus ac Redemptor, que suprimió la Compañía de Jesús.

Sin embargo, los jesuitas aún tenía muchos adeptos en la Curia romana y en el Colegio cardenalicio.

La actitud hacia los jesuitas sigue siendo el criterio principal para la apreciación de los candidatos en los sucesivos cónclaves.

Dos de ellos murieron durante la sede vacante, mientras que otros nueve se mantuvieron totalmente ausentes.

Mientras que los dos cardenales fallecidos habían sido creados uno por Benedicto XIV y otro por Clemente XIII.

Aun así, varios cardenales no se contaron entre los miembros de estas facciones.

A mediados de diciembre su número alcanza los 39, mientras que al final del cónclave, cinco cardenales se habían agregado.

Fue propuesto por el cardenal Bernardino Giraud, y obtuvo un número significativo de votos.

En enero de 1775 varios cardenales fueron propuestos por la facción anti-jesuita, pero sin ningún éxito significativo, porque los zelanti rechazaban a todos los candidatos recomendados por los monarcas.

Para asegurar la mayoría necesaria para Braschi, el cardenal de Bernis se alineó con el cardenal Zelada: de Bernis convencería a las facciones políticas, mientras que Zelada superaría la oposición entre los radicales zelanti.