Bruno Alonso González (Castillo Siete Villas, Arnuero, Cantabria, 1887 - Ciudad de México, 1977) fue un político socialista español.
Elegido presidente del Sindicato Metalúrgico Montañés tras su fundación, participó en la creación de la Federación Obrera Montañesa, del que fue presidente (1922-1923 y 1927-1930) y secretario general (1930-1933), erigiéndose en el principal dirigente y referente del movimiento obrero en Cantabria.
Próximo a las tesis de Besteiro, contrarias a la colaboración con partidos republicanos, durante la huelga general revolucionaria de octubre de 1934 formó parte del Comité Revolucionario Provincial, sólo su inmunidad parlamentaria le evitó ser juzgado.
Al presidente de las Cortes Diego Martínez Barrio le costó restablecer el orden.
Su coordinación con Juan Ruiz Olazarán, presidente de la Diputación Provincial, y con el otro diputado de izquierdas por Santander, Ramón Ruiz Rebollo, fue crucial para frustrar la rebelión en Cantabria.
Durante su mandato luchó por evitar que la Flota fuese dirigida por ningún grupo político, enfrentándose primero a los comités anarquistas y luego a los comunistas.
Tuvo no obstante el apoyo siempre del Gobierno, primero con Prieto y luego con Negrín, que confiaban en su labor imparcial en el comisariado.
Escribió un libro contando sus experiencias en la guerra: La Flota Republicana editado en el año 1942, reimpreso por la editorial Espuela de Plata en el 2006.