El crucero Príncipe Alfonso, que también ostentó el nombre de Libertad durante la Segunda República Española, y que tras la misma, fue rebautizado como Galicia, convirtiéndose en el quinto buque en portar dicho nombre.
Esta serie estaba formada por los cruceros Almirante Cervera, el Miguel de Cervantes y el propio Príncipe Alfonso.
En este buque realizó el rey Alfonso XIII en septiembre de 1928 una visita oficial a Suecia, con escala en Kiel, donde se entrevistó con el contraalmirante Woelping von Ditter, el jefe de la escuadra alemana, Vicealmirante Oldekop, y el de la base naval, vicealmirante Erich Raeder y el capitán de navío Wilhelm Canaris,[4] y visitó el acorazado SMS Schleswig Holstein, zarpando más tarde hacia Estocolmo y Gotemburgo.
Su regreso se realizó vía Skagen, Courtepin, Escocia, Plymouth, El Ferrol donde arribó el día 28 de septiembre.
[10] Al día siguiente volvió a bombardear de nuevo la misma zona y el cerro de Santa Catalina en compañía del Cervera y del Jaime I.
Durante la navegación, las tripulaciones se amotinaron tomando el control de las tres naves, capturando o ejecutando a los Jefes y Oficiales.
Tras ser obligados por el Comité internacional a abandonar Tánger, que era ciudad internacional, Málaga se convirtió en la nueva base de la escuadra republicana, para así poder mantener el bloqueo del Estrecho.
En el viaje de regreso, la escuadra republicana se cruza en la noche con los cruceros nacionales Canarias y Almirante Cervera sin llegar a avistarse.
El 7 de septiembre de 1937, junto con el Méndez Nuñez y los destructores Lepanto, Almirante Valdés, Almirante Antequera, Almirante Miranda, Gravina, Escaño y Jorge Juan escoltaban un convoy cuando frente al cabo Cherchell (Argelia) se encontraron al Baleares y entablaron un duro combate con el mismo.
Al retirarse la escuadra republicana hacia Cartagena, esta fue bombardeada por aviones nacionales e italianos, sin demasiadas consecuencias.