Las flores son completas, con 5 pétalos estrechos y triangulares terminados en punta, principalmente de color azul, aunque también se encuentran en rosa y se cultivan variedades de flor blanca.
La floración surge en cimas escorpioides y forma grandes ramos de flores que abren simultáneamente.
[1] La planta se cultiva con mucha facilidad, por regla general en el mes de abril —en el hemisferio norte—, siendo recolectada tras las primeras lluvias otoñales.
Las flores se recolectan en primavera en un día seco y su desecación ha de ser rápida.
Las hojas tiernas rebozadas, fritas y dulces, postre conocido como crespillos.
Y por último, como base de caldo vegetal sola o con otras verduras.
En la gastronomía granadina son muy típicos los papoviejos, u hojas de borraja fritas en una masa dulce.
Las hojas se emplean en decocción para provocar diuresis (a veces se solía dar a los enfermos con agua con sal como si fueran espinacas) y como emplastos de función emoliente.
Se lo considera beneficioso para las afecciones de piel, por su contenido en niacina o ácido nicótico.
El origen de la expresión hace referencia al sutil sabor y escaso poder nutritivo del caldo hecho con borrajas, a pesar de que su limpieza y cocción exigen el mismo cuidado en su elaboración que cualquier otra verdura más sabrosa.