Borís Kamkov

Participó en la abortada Revolución rusa de 1905, fue detenido y desterrado a Turujansk, en Siberia.

[3]​ Perteneció al grupo «eserista (SR)» parisino Vida y apoyó la Conferencia de Zimmerwald.

Kamkov se implicó también en organizar ayuda a los prisioneros de guerra rusos, utilizando la oportunidad para distribuir literatura revolucionaria.

[4]​[5]​ Se convirtió en dirigente de la fracción opuesta a la contienda de los SR,[6]​ junto a la conocida María Spiridónova, Isaac Steinberg, el veterano Mark Natanson y otros.

Esto lo colocó en oposición a los líderes defensistas social-revolucionarios y mencheviques que dominaron los sóviets durante el Gobierno Provisional.

[10]​ Durante las Jornadas de Julio, defendió infructuosamente el traspaso del poder a los sóviets.

[12]​ Kamkov ocupó varios puestos menores en el PSR pero llamó crecientemente a romper con los defensistas.

Abogó por la disolución del Gobierno Provisional y la transferencia de todo el poder a los sóviets.

Kamkov criticó la marcha de los bolcheviques del Preparlamento, que le parecía un foro propicio para denunciar la política gubernamental, y sostenía que el intentar derrocar al Gobierno por la fuerza podía poner en peligro la revolución.

Kamkov estaba a favor de algún acuerdo entre todos los partidos socialistas, una posición popular en aquel momento, declarando que «La izquierda no debería aislarse de las fuerzas democráticas moderadas.»[18]​[17]​ Según él, el arrinconar a los socialistas moderados solo serviría para que la revolución se granjease más adversarios y fuera rechazada por el campesinado.

Los SR de izquierda fueron el único partido en entrar en coalición con los bolcheviques.

Fue también elegido miembro del nuevo Comité Ejecutivo Central Panruso (VTsIK).

[24]​ En las votaciones para elegir al comité central del nuevo partido, fue el segundo aspirante con mayor número de votos junto con Spiridónova.

Los bolcheviques vieron los acontecimientos de julio como un levantamiento contrarrevolucionario; los SR de izquierda insistían en que ellos simplemente querían demostrar la oposición del pueblo ruso a los bolcheviques y a los imperialistas alemanes.

Kamkov, que había escapado a la recientemente independizada Lituania, intentó reorganizar allí el Comité Central.

En 1931 fue condenado de nuevo a prisión tras un juicio propagandístico contra el denominado «Partido Laborista».