Béla Guttmann

Después de varios encuentros con su ex club SC Hakoah Wien y luego SC Enschede, tuvo su primer éxito serio con el Újpest FC en la temporada 1938-39, ganando la liga húngara y la Copa Mitropa.

Al igual que muchos otros futbolistas y entrenadores húngaros, Guttmann pasó un tiempo en Italia.

Antes de finalmente retirarse como entrenador, en 1962 Guttmann regresaría a Sudamérica para administrar al CA Peñarol, pero fue reemplazado en octubre por Juan Peregrino Anselmo, quien guio el equipo al título de la Liga Uruguaya ese mismo año.

En 1958, Guttmann llegó a Portugal y se embarcó en el proyecto más exitoso de su carrera.

Bajo el mando de Guttmann, el Benfica, con un equipo que incluía a Eusébio, José Águas, José Augusto, Costa Pereira, António Simões, Germano y Mário Coluna, también ganó la Copa de Europa dos veces seguidas.

Según la leyenda, Guttmann contrató a Eusébio después de una reunión casual en una peluquería.

Sentado junto a Guttman estaba José Carlos Bauer, futbolista internacional brasileño y uno de sus sucesores en São Paulo.

El equipo carioca estuvo de gira en Portugal y el entrenador mencionó a un jugador destacado que había visto mientras recorrían Mozambique —por aquel entonces aún una colonia portuguesa—.

La estatua hecha por el escultor húngaro László Szatmári Juhos se colocó en la puerta 18 del Estádio da Luz.

Incluso antes de la final de 1990 ante el AC Milan, que se disputó en Viena, donde Guttmann falleció y fue enterrado, pudo verse a la leyenda Eusébio rezando ante su tumba y suplicando para que en el más allá le perdone la maldición al equipo.