Formó una de las parejas ofensivas más compenetradas en la historia del fútbol junto a su compatriota Gunnar Nordahl, que se movía en la punta de ataque.
Ellos formaron el mítico trío Gre-No-Li, haciendo alusión a las primeras letras de sus apellidos.
Gren, en la derecha, y Liedholm, en la izquierda, aunque jugaban muy bien con ambas piernas, eran los maestros del medio campo, y Nordahl, muy recio, era el gran goleador del equipo.
Empezó jugando en mediocampo y luego terminó como líbero hacia el final de su carrera.
Posteriormente entrena a equipos como la Roma, Chievo Verona, Monza, Varese, Fiorentina y nuevamente al Milan en dos ciclos, donde logra títulos locales.