Ocupa el noveno puesto en la lista de los 50 mejores jugadores del siglo XX según la IFFHS.
Era conocido por su velocidad, técnica, atletismo y su feroz tiro con la derecha, lo que lo convertía en un prolífico goleador.
La FIFA le describe como un mito y la «figura más famosa del fútbol portugués»,[1] en un artículo dedicado en su página web oficial.
Se crio en una sociedad extremadamente pobre, solía saltarse las clases de la escuela para jugar al fútbol descalzo con sus amigos en campos improvisados.
Su primer partido no oficial fue ante el Atlético Clube de Portugal, ganando por cuatro goles a dos, donde Eusébio anotó tres dianas.
Y sólo nueve días después, jugaría su primer partido en Primera División ante el Os Belenenses, donde la pantera negra anotaría un tanto (4-0 a favor de las águilas).
[16] El cortejo fúnebre se dio en el estádio da Luz ante más de 10 000 espectadores,[17][18] y fue seguido por diversas personalidades del país.
Tenía una excelente visión de espacios que le permitían ganarle la espalda a los defensas.