El comandante del Ejército Serbio, general Miroslav Lokar (Olek Krupa), está llevando a cabo una campaña secreta de genocidio contra la población bosnia local y tratará de evitar que las fosas comunes sean descubiertas, por lo que ordena que el avión de caza sea derribado inmediatamente.
Poco después de tocar tierra, una patrulla serbia encuentra Stackhouse quien está herido y le interrogan.
Stackhouse es entonces ejecutado por Saša (Vladimir Mashkov), un francotirador y mano derecha del general Lokar.
En su camino hacia el nuevo punto de extracción, Burnett tiene un encuentro cercano con Saša, pero antes se encuentra con una guerrilla musulmana que se transportan a bordo de una camioneta y logra que lo lleven.
Burnett encuentra su asiento y activa la radiobaliza de emergencia para un posible rescate, pero con eso también alerta a los serbios su ubicación.
Inmediatamente después de la muerte de Saša, el general Lokar llega con vehículos blindados y la infantería serbia abre fuego contra Burnett mientras él corre hacia la estatua del ángel.
Dirigidos por el contraalmirante Reigart, tres helicópteros ‘’Huey’’ estadounidenses del Cuerpo de Marines por fin llegan y abren fuego contra los efectivos serbios.
Por los crímenes de guerra, el general Lokar eventualmente es llevado a juicio ante el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, mientras que las acciones del contraalmirante Reigart dan lugar a que sea relevado de su mando.