La interpretación de Anouilh del relato histórico, aunque a menudo irónica, es más sencilla que el drama histórico de T. S. Eliot sobre el mismo tema, Asesinato en la catedral, que fue concebido principalmente bajo un tratamiento religioso.
[1] La puesta en escena la realizó el propio autor al alimón con Roland Piétri, con decorados y vestuario de Jean-Denis Malclès.
Los papeles principales fueron interpretados por Daniel Ivernel (rey) y Bruno Crémer (Becket).
La producción fue nominada para cinco Premios Tony y ganó cuatro, incluyendo el de mejor obra.
En Madrid la obra se estrenó en el Teatro Español, el 17 de febrero de 1962 con dirección de José Tamayo e interpretación de Francisco Rabal (Enrique II), Fernando Rey (Beckett), Antonio Gandía, Gregorio Díaz Valero, José Codoñer, José Guijarro, María Saavedra, Manuel Tejela, Antonio Soto, Ricardo Merino, Ramón Centenero, Santiago Barés, Tomás Simón, Rafael Guerrero, María Antonieta Hernández, Manuel González, Luis Alberto Piay, Pilar Bienert, María Isabel Pallarés, Juan Antonio Lominchar, Francisco Carrasco, Luis Arija, Francisco Guijar, José Santoncha, José Martín, José Sepúlveda, Juan de Amézaga y Juan Ocaña.