Un caldo de tofu (doufujiang) se utilizaba durante el Mongol Yuan.
Su uso aumentó durante la dinastía Qing, aparentemente debido al descubrimiento de que calentar suavemente el doujiang durante al menos 90 minutos hidrolizabao ayudaba a descomponer su indeseable rafinosa y estaquiosa, oligosacáridos, que pueden causar flatulencia y dolor digestivo entre los adultos intolerantes a la lactosa.
[5][6]En el siglo XVIII, ya era tan común que los vendedores ambulantes lo vendían; [7] en el XIX, también era habitual llevar una taza a las tiendas de tofu para desayunar doujiang caliente y fresco.
Chard inició la producción de "Soy Lac" en Nueva York, Estados Unidos, en 1917.
[9] Harry W. Miller, un empresario estadounidense que se vio obligado a trasladar su fábrica desde Shanghái debido a la Segunda Guerra Mundial- también se vio obligado por el USDA y la industria láctea estadounidense a utilizar el término "Soya Lac" en lugar de "leche de soja".
[9] John Harvey Kellogg había estado trabajando con lo que él llamaba "leche de soja" en su Battle Creek Sanitarium desde 1930, pero se vio igualmente obligado a comercializar su bebida enriquecida con acidophilus como "Soygal" cuando comenzó su producción comercial en 1942.
[18] La papilla o puré resultante se lleva a ebullición para mejorar sus propiedades gustativas (véase "Olor a soja" más adelante), mediante la inactivación por calor del inhibidor de la tripsina de la soja, y para esterilizar el producto.
[25] Las que se comercializan actualmente suelen estar enriquecidas con cianocobalamina (vitamina B12), de difícil obtención en una alimentación vegetariana estricta.
[26] Al igual que esta última, también tiene componentes alergénicos,[27] aunque es apta para intolerantes a la lactosa.
[cita requerida] Sin embargo, estudios recientes han demostrado que esas sospechas eran falsas.
[31][32][33] Estas objeciones no se aplicarían a la leche de soja en muchas de sus versiones comerciales, que tienen un contenido en proteínas más elevado y están fortificadas con calcio y vitaminas.
[33] La recomendación es elegir bebidas fortificadas y que contenga al menos 6 g. de proteína por cada 250 ml.
[36] La soja, y la leche de soja en particular, contienen ácido fítico[cita requerida], que puede actuar como agente quelante e inhibir la absorción de minerales, especialmente en dietas ya bajas en minerales.