El gobierno republicano designó al general Manuel Riquelme para dirigir a las tropas, junto con el líder comunista Juan Modesto como jefe de las milicias.
Los republicanos lograron reunir abundante artillería e incluso un tren blindado para defender la posición, junto con una masa de 10 000 combatientes.
[1] Yagüe dividió sus tropas en dos columnas: una al mando del mayor Antonio Castejón Espinosa y otra dirigida por el coronel Carlos Asensio Cabanillas.
[1] Yagüe dirigió un veloz ataque hacia el centro de la localidad, sorprendiendo a los defensores republicanos que aún quedaban allí y venciendo rápidamente su resistencia.
Más aún porque ahora Madrid se hallaba realmente amenazada por las fuerzas del bando sublevado apostadas a poca distancia.