Batalla de Santiago de Cuba (1741)

El desastroso resultado para los ingleses supuso un revés definitivo para la carrera del almirante Sir Edward Vernon.

[7]​ Sin oposición por parte española, marcharon sobre la indefensa villa de Catalina, cuyos naturales se retiraron hacia el interior agrupándose en partidas guerrilleras ante el avance inglés.

El gobernador de Santiago, don Francisco Caxigal de la Vega, el comandante del acuartelamiento, don Carlos Riva Agüero y el capitán de las milicias locales, Pedro Guerrero, contaban tan sólo con unos 350 soldados coloniales y unos 600 milicianos para detener a los ingleses, por lo que habían decidido no plantarles cara en campo abierto.

Sin embargo, tras la paralización de la fuerza invasora, las tropas españolas aprovecharon la situación para organizarse también en guerrillas y dedicarse a lanzar ataques esporádicos contra las castigadas tropas inglesas.

Con esta nueva expedición contra territorio español, el almirante Vernon no consiguió más que perder a cientos de sus hombres y sellar su propia desgracia.