Un conflicto que haría estallar la primera guerra púnica empezó cuando Hierón II decidió recapturar Mesina.
A cambio, estos consiguieron que Hierón aceptara detener sus acciones militares.
En el Senado romano hubo un gran debate, porque si bien no se quería enviar ayuda a los mamertinos por haber tomado injustamente y por traición el control de Mesenia, tampoco se quería dejar Sicilia bajo el control de los cartagineses.
Los romanos, con Apio Claudio al frente de dos legiones, cruzaron el estrecho de Mesina y llegaron a la ciudad por el lado opuesto sin que los cartagineses se opusieran, pues parece ser que en aquellos momentos aún pensaban pactar con los romanos y evitar la guerra.
Pero no tenía suficientes soldados para poner cerco a la ciudad ni disponía de apoyo naval, así que regresó a Mesina donde dejó un contingente importante de tropas y al finalizar su consulado, abandonó Sicilia.