Montcalm intentó parar el ataque indio que se estaba preparando, pero, pese a sus numerosas tropas no pudo hacerlo.
Pese a que era un término muy común en las batallas europeas, en las guerras coloniales no se extendió este concepto de capitulación caballerosa.
Cuando los guerreros nativos vieron alejarse a los británicos vencidos, no lo pudieron aceptar y salieron tras ellos.
Sus intenciones seguramente eran conseguir cautivos como esclavos, como premios de guerra y para vender, ya que muchas veces el gobierno de Nueva Francia compraba cautivos británicos y americanos para liberarlos.
Pese a haberle enviado una negativa, el general Webb sí que había enviado refuerzos a Fort William Henry, pero llegaron un día tarde ya que, creyéndose abandonado, Monro se rindió pronto.