Fue liderado por el teniente coronel John Armstrong y fue el único ataque llevado a cabo por colonos pensilvanos durante la guerra.
Los indios locales, en su mayoría delawares y shawnees que se habían instalado en la zona tras la llegada de los colonos blancos, se mantenían neutrales en el conflicto, esperando a ver quien iba ganando la guerra ya que no querían arriesgarse a aliarse con el perdedor.
Destacaron entre los atacantes indios los líderes delaware Shingas y el capitán Jacobs, quienes vivían en Kittaning.
Muchos habitantes de Kittaning huyeron, pero el capitán Jacobs dirigió la defensa, refugiándose con su mujer e hijos en su casa.
Además este ataque provocó a los indios, quienes aumentaron la frecuencia de los asaltos.