Batalla de Eylau

Kamenski no era partidario de presentar batalla y se fue retirando, dejando entrar al ejército francés en Polonia sin casi resistencia.

En enero de 1807, las fuerzas rusas ahora bajo el mando del General Bennigsen, avanzaron rápidamente hacia el oeste tratando de sorprender al primer cuerpo del ejército francés comandado por el Mariscal Bernadotte.

Con su ingenio acostumbrado, Napoleón volvió la situación en su propia ventaja, ordenando a Bernadotte retirarse ante las fuerzas de Bennigsen, y maniobrando en secreto con el grueso del ejército para que convergieran y cortaran la retirada rusa.

Durante la persecución, tal vez influenciado por el endemoniado estado de las carreteras polacas, el salvaje clima invernal y la relativa facilidad con la que sus fuerzas habían acabado con Prusia, Napoleón permitió a su ejército una mayor dispersión de la acostumbrada.

Durante la tarde fueron reforzados por la infantería del Mariscal Augereau y por la Guardia Imperial, alcanzando la cifra de 45 000 soldados en total.

Los Rusos hicieron una tercera tentativa; porque Bennigsen deseaba ocupar al enemigo en aquel punto hasta la llegada de su artillería gruesa, que venía por otro camino.

Entonces hubiera querido cesase la lucha empeñada para apoderarse de Preuss Eylau; pero fue imposible moderar el ardor de las columnas rusas, que continuaron avanzando tambor batiente, se precipitaron en la ciudad, sorprendieron a los Franceses en el momento del saqueo y mataron muchísimos a bayonetazos.

Preuss Eylau, a pesar de eso, no ofrecía una garantía militar; ninguna obra defendía las avenidas.

Sin fuerzas suficientes para desarrollar un plan mejor, Napoleón ordenó el segundo día a la infantería que lucharan en un ataque frontal dirigido por Soult y Augereau apoyados por tanta artillería como pudieran reunir.

cuerpo viraron erróneamente más al Norte y avanzaron hacia el centro del ejército ruso.

Estas columnas fueron a dar directamente enfrente de las masivas baterías rusas con 70 cañones.

Mientras tanto, la división de Saint-Hilaire avanzando en la dirección correcta, no consiguió tener mucho éxito.

Bennigsen consiguió la completa ventaja del combate, cayendo sobre este cuerpo y la división de Saint-Hilaire con más caballería y conduciendo a su infantería de reserva al ataque del devastado centro francés.

Las tropas de Davout se encontraban ahora en posición para empezar a aplicar una fuerte presión sobre el ala derecha rusa.

Un movimiento como este podría haberle dado la victoria en la batalla, pero Napoleón estaba bien prevenido sobre los 9.000 prusianos que, bajo el mando de L'Estocq, se encontraban aún sin entrar en combate, y sabiamente, decidió retener a la Guardia como reserva.

Mientras tanto, las fuerzas prusianas de L'Estocq se habían aproximado y pasado tras las posiciones rusas, recabando fuerzas al recolectar los desechos de las tropas rusas y agregándolos a los 9.000 soldados prusianos.

A las 16:00, L'Estocq cayó sobre el flanco expuesto de Davout, y los animados rusos pronto lanzaron un nuevo ataque sobre el ala opuesta.

La ciudad fue renombrada como Bagrationovsk en 1945, en honor al general que había comandado el ejército ruso durante la campaña, Piotr Bagratión.

Mariscal Michel Ney en Eylau
Pintura de Simon Fort donde figura una de las mayores y más espectaculares cargas de caballería de la Historia.