Adicionalmente a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, se creó un cuarto poder llamado Supremo Poder Conservador, el cual residía en cinco integrantes quienes debían de haber sido presidentes o ministros.
La función principal del Supremo Poder Conservador fue disuadir cualquier idea reformista que contraviniera a las bases establecidas.
Al no poder convencerlos, Santa Anna se retiró a su hacienda en Manga del Clavo.
Nicolás Bravo asumió la presidencia, disolvió al Congreso y nombró a una nueva Junta Legislativa de 68 miembros.
Santa Anna salió en contra de Paredes y nombró a Valentín Canalizo como presidente interino.