Su ubicación costera y la cercanía a Bilbao ha producido un fuerte aumento de la población en la última parte del siglo XX.
Esto ha dado lugar a que la población haya sido eminentemente rural y diseminada por el terreno municipal.
Aun así se han conformado dos núcleos, más o menos, compactos, con cierta entidad urbana.
Los afluentes del Butrón en este tramo de Barrika son: En la vertiente hacia Sopelana: El litoral marítimo de Barrika está dominado por los acantilados bajo los cuales se abren las playas.
En ella está permitido el nudismo y mantiene un nivel de ocupación medio.
Se sitúa a los pies de un acantilado y hay que acceder por unas curiosas escaleras.
También llamada de la cantera, está orientada al este y muy protegida del mar.
Una línea de cumbres que corre de norte a sur divide el territorio municipal en dos vertientes diferenciadas, una que vierte hacia el Butrón y la otra hacia la cercana Sopelana.
A la casa solar original se le unieron otras en las que vivían los denominados Señores de Barrika.
Barrika contaba con asiento y voto en las Juntas Generales de Vizcaya, su número era el 51.
Desde entonces a la actualidad, sobre todo en la última parte del siglo XX, la población ha experimentado una gran subida.
La población, diseminada por el territorio, habitaba en típicos caseríos vascos dedicándose a las labores de la agricultura y ganadería.
El mercado natural para es producción ha sido la propia comarca y la capital vizcaína.
La explotación forestal de los bosques que hay en el municipio, así como alguna cantera, completaban la actividad del sector.