Barones ladrones

El término barón ladrón se deriva de Raubritter (literalmente en alemán, caballeros ladrones), señores feudales de la Alemania medieval que cobraban peajes nominalmente ilegales (no autorizados por el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico) en los caminos que cruzaban sus tierras,[1]​ o incluso peajes más grandes para cruzar el río Rin, sin agregar nada de valor, simplemente enriqueciéndose a costa del bien común (estableciendo una extracción de rentas parásitas).

En su codicia y ansia de poder, la leyenda dice que dominaron una democracia indefensa".

[2]​ La expresión se utilizó en la prensa por primera vez contra Vanderbilt, por aceptar dinero de transportistas subsidiados por el gobierno con lucrativas tarifas, para no competir en sus rutas.

[4]​ El término combina los sentidos peyorativos de criminal ("ladrón") y del aristócrata (los "barones", que no tienen un papel legítimo en una república).

[6]​ El historiador John Tipple ha examinado los escritos de los 50 analistas más influyentes que usaron el modelo del barón ladrón en el período 1865-1914.

El tema fue popular durante la década de 1930 en medio del desprecio público por los grandes negocios.

Argumentó que si bien Rockefeller pudo haberse involucrado en algunas prácticas comerciales no éticas e ilegales, esto no debería eclipsar su contribución a mantener el orden en el caos industrial de la época.

Según Nevins, los capitalistas de la Época Dorada trataron de imponer el orden y la estabilidad en negocios competitivos, y su trabajo sentó las bases para convertir a los Estados Unidos en la economía más importante del siglo XX.

[10]​ En 1958, Bridges hizo notar que "la controversia más vehemente y más persistente en la historia de los negocios ha sido la librada por los críticos y defensores del concepto del "hombre de negocios ladrón", el "barón ladrón".

UU. se convirtieron en importantes actores en el campo de la filantropía, incluyendo la financiación, y a menudo la fundación de numerosas universidades, museos, hospitales y otras instituciones privadas del país.

"Los protectores de nuestras industrias". Caricatura que muestra a Cyrus West Field , Jay Gould , Cornelius Vanderbilt y Russell Sage , sentados en bolsas de "millones", en una gran balsa pesada transportada por los trabajadores
¡Que lo tengan todo, y que se queden con ello! (1882): Una caricatura satírica de la edición en alemán de la revista Puck , crítica con aquellos que se reparten el país para su propio beneficio
Una caricatura de la edición de Estados Unidos de la revista Puck, que representa a John D. Rockefeller como un poderoso monarca (1901)