En este puesto asumió la responsabilidad principal de componer nuevas obras, concretamente cantatas para la Schlosskirche (iglesia del palacio), con una periodicidad mensual.
[8] Se trata de su primera cantata conservada para una sola voz, seguida unas pocas semanas más tarde por Mein Herze schwimmt im Blut, BWV 199 para soprano.
[2] En Leipzig en la época de Bach, un niño solista interpretaba las parte difícil que ahora es cantada por contraltos y contratenores.
Las líneas finales están en arioso e ilustran en "Sie ist als wie ein scharfes Schwert, das uns durch Leib und Seele fährt" (Es como una espada afilada, que traspasa a través del cuerpo y el alma) el movimiento de la espada mediante rápidas escalas en el continuo.
[2] El aria final Wer Sünde tut, der ist vom Teufel (Aquel que peca es del diablo) es de nuevo un aria da capo, pero muestra elementos de una fuga a cuatro voces para la voz, los violines al unísono, las violas al unísono y el continuo.