Aunque su vida transcurrió en Inglaterra, tenía fuertes vínculos con la familia real francesa.
[6] En 1297 acompañó a Eduardo I en su campaña flamenca contra Francia, y parece haber sido ordenado caballero en aquella época.
[7] Sus contactos en Francia le convirtieron en un valioso diplomático para el rey inglés.
[14] Esta acción tuvo el efecto de reforzar la posición real y marginar a los condes rebeldes.
[4] Sin embargo, no fue una paz duradera: Eduardo había tomado un nuevo favorito, Hugo Despenser el Joven, del mismo modo que a Gaveston.
Los enemigos de los Despenser habían perdido toda su fe en él, pero, al mismo tiempo, el progresivo incremento del poder y la influencia de los Despenser en la corte provocaron su marginación.
Fue enterrado en la Abadía de Westminster, en un sepulcro que constituye una espléndida muestra del gótico tardío.