La atmósfera de Marte es muy polvorienta, dando al cielo marciano un color amarillento cuando se ve desde la superficie.
Los datos transmitidos por los vehículos Mars Exploration Rovers indican que las partículas en suspensión tiene alrededor de 1,5 micrómetros.
Existe una continua pérdida de atmósfera que escapa al espacio exterior.
Este proceso conduce a una gran variación de la presión atmosférica y la composición en torno a los polos marcianos, pero su nivel es muy bajo para provocar un efecto invernadero y calentar la atmósfera del planeta.
Al no existir un campo magnético significativo, las partículas cargadas eléctricamente del viento solar penetran en la atmósfera.