Es muy habitual en los países musulmanes por considerarse su carne halal: es decir, permitida por las leyes del Islam.[1] Se suele asar el cordero de diversas formas, en algunas ocasiones entero, separado en dos mitades, o en sus cuartos.Los restos del asado pueden servirse como fiambre y resulta ser más digestivo frío que caliente.En Europa solo es posible encontrarlo en la zona mediterránea, siendo muy popular en Grecia, Turquía y España.[2] El ternasco asado se suele elaborar con muy pocos condimentos, generalmente ajo, manteca y limón.Es frecuente que se sirva a los comensales en la propia cazuela de barro sacada del horno.En Madrid se elabora desde hace varias centurias este asado al estilo castellano en Casa Botín.En el Uruguay es un clásico, sobre todo a las brasas,esto es mediante una parrilla de hierro elevada del suelo donde se coloca encima el cordero abierto desde el espinazo condimentado únicamente con sal fina.