Antonio Blázquez y Delgado-Aguilera

En 1904 fue nombrado representante, junto con Emilio Bonelli, Ignacio Arce y Ricardo Beltrán en las Comisiones permanentes de la Unión Iberoamericana nacida en 1880.

Compró en 1897 el Castillo de Mairena a los acreedores del decimosegundo duque de Osuna, Mariano Téllez-Girón y Beaufort Spontin, y lo revendió luego a su amigo, el historiador, arqueólogo y pintor inglés Jorge Bonsor (George Edgard Bonsor Saint Martin) en 1902, quien lo transformó en un museo para sus colecciones.

Investigó fundamentalmente en dos disciplinas, la Geografía Histórica y la Historia de la Cartografía.

Políticamente conservador, durante la Guerra Civil se declaró franquista y esto le permitió ser académico y miembro del Instituto de España.

Claudio Sánchez Albornoz le ayudó a estudiar las vías romanas del norte de la península ibérica, trabajo que publicó como Reconocimiento de algunas vías romanas del valle del Duero: memoria de los resultados obtenidos en los viajes y excavaciones practicadas en el año 1915, Madrid: Imp.

Blázquez formó parte del selecto grupo de los historiadores-geógrafos de su época junto a Ricardo Beltrán y Rózpide, Ángel Altolaguirre y Duvale, Jerónimo Becker y Abelardo Merino Álvarez, miembros de la Real Sociedad Geográfica y la Real Academia de la Historia.