Su padre, escribano, era un activo defensor del absolutismo, aspecto que influyó decisivamente en su ideología.
En 1842 se incorpora como periodista al periódico El Recreo Compostelano, que dirigía Antonio Neira de Mosquera, del que pronto se convertiría en redactor principal empleando el seudónimo de Abenhumeya.
Tenía por subtítulo Revista de la Juventud Gallega y su cabecera rezaba Todo para Galicia.
Allí dirigió durante un breve período la publicación La Europa, para perderse después su pista histórica hasta su fallecimiento en Granada, a la temprana edad de treinta años.
[2] No obstante, el fracaso de la Revolución de 1846 y su posterior exilio truncaron sus ilusiones políticas, que ya no se plasmarán en los textos por él escritos desde ese momento y hasta su fallecimiento.