En su hogar, el pequeño creció en medio de un ambiente musical.
Desde los ocho años se acostumbró a visitar el monte y se aprendió los sonidos de la naturaleza, lo que después le ayudó a su vena artística como compositor.
Estos temas son caracterizados por sus letras que hablan sobre la realidad y que la plasma Landero en sus letras con imágenes relativamente sensoriales, según menciona Celso Piña en la serie documental «El rey de la cumbia».
[3] Formó su propio conjunto y empezó a participar en certámenes donde resultó triunfador.
Su primer conjunto lo integró con Eduardo Lora como cantante, Carlos Caro, en la guacharaca y José Tobías en la caja.