Alonso de la Vera Cruz

Fue el primero en hacer muchas cosas de la Nueva España, como fundar colegios, bibliotecas y cátedras.

Fundó cinco conventos en Cuitzeo, Yuririapúndaro, Charo, Copándaro, Huango y Guayangareo.

En 1553 se le designó catedrático en la Real y Pontificia Universidad de México.

No quería permanecer en España, a pesar de las halagüeñas proposiciones del Rey.

Quiso librar a la filosofía de especulaciones vanas e inútiles.

Escribió, con intención primordialmente pedagógica, tres obras filosóficas: Recognitio summularum (1554), Dialectica resolutio (1554) y Physica speculatio (1557).

Estos tres libros integran un curso completo de Artes (Filosofía), tal como entonces se impartía, en el que resplandecen la claridad, la sencillez y cierto carácter pragmático.

La ciencia de la naturaleza tiene por objeto el ente móvil en sus distintos aspectos, ya señalados por Aristóteles.

Los puntos principales de su panorama filosófico, como ha apuntado José M. Gallegos Rocafull, son cuatro: «¿Cómo se piensa bien?

Monumento de fray Alonso de la Vera Cruz en Tiripetío , Michoacán.
Obra "Physica speculatio", Alonso de la Vera Cruz