Nutrición animal

En el caso de los rumiantes, contiene una gran flora intestinal que produce todas las vitaminas del grupo B y otras como la K. Los rumiantes pueden seguir una dieta casi sin proteínas si tienen una fuente de nitrógeno no proteico (NNP).También puede darse el caso que sustancias inocuas para humanos sean tóxicas para otros animales y viceversa.[1]​ (Ver amigdalina) En cambio, muchas aves comen el fruto del acebo tóxico para los humanos.[2]​[3]​ Entre ellas cabe destacar múltiples deficiencias nutricionales, tales como la anemia ferropénica, trastornos minerales que afectan tanto a los huesos (osteopenia, osteoporosis, raquitismo) como a los dientes (hipoplasias del esmalte dental, caries dentales), y una alta incidencia de trastornos neurológicos, enfermedades psiquiátricas, la obesidad, la diabetes tipo 2, la ateroesclerosis y otras enfermedades crónicas o degenerativas.[2]​[3]​[4]​ Algo similar podría haber ocurrido con animales que han evolucionado paralelamente al hombre, conviviendo y compartiendo los cambios en los hábitos alimenticios pasando a dietas ricas en cereales, como los perros y los gatos domésticos.