[5][6] Sin embargo, desde 1970 se observa en el mundo una clara tendencia a hacer un mayor uso de diversas fórmulas APP.
Como concepto, la APP está relacionada con la privatización (pero no es lo mismo) y la externalización de servicios públicos.
[14] Las diferentes disciplinas destacan diferentes aspectos de las APP:[14] la ingeniería y la economía aplican un enfoque utilitarista, funcional, destacando aspectos como entrega del proyecto y valor por dinero, comparándolos con los medios tradicionales de construir grandes infraestructuras.
[19][20] Cuando la administración pública ha invertido directamente en los activos, obtiene (aunque no siempre) una cantidad de acciones en la empresa.
Es la SPE la que firma el contrato, tanto con la administración pública como con sus distintos proveedores, para construir y mantener la infraestructura.
[25] Las APP implican a menudo un contrato entre una autoridad del sector público y una parte privada, en la cual la parte privada proporciona un servicio público y asume riesgos sustanciales de tipo técnico, financiero u operacional.
En los proyectos donde el coste del servicio será sufragado exclusivamente por el usuario final, la APP es, desde la perspectiva del sector público, un método extrapresupuestario de financiar nuevos servicios públicos o la mejora de los existentes.
En cambio, en proyectos donde se prevé que la parte pública compense a la privada a través de pagos por disponibilidad cuando el servicio se preste efectivamente, la financiación ya es presupuestaria desde la perspectiva del sector público.
Numerosos gobiernos de los estados australianos han adoptado programas sistemáticos basados en el PFI.
Como proponente del concepto de APP, este Consejo lleva a cabo investigación, publica sus hallazgos, facilita foros de discusión y patrocina una conferencia anual sobre temas relevantes, tanto nacionales como internacionales.
[31] El proyecto, bautizado Nueva Ciudad Costera de Shantou, incluye construcción residencial, infraestructuras (entre ellas un túnel que cruza la bahía) y desarrollo industrial.
Existen ejemplos concretos de infraestructuras públicas del imperio romano que fueron construidas y gestionadas por capitales privados en la península ibérica.
En Nueva York, durante el mandato del influyente planificador Robert Moses (1933-1970) proliferaron las APP.
En realidad «San Diego ha utilizado las APP más extensamente y, con el parque Petco, a una escala mayor de lo normal en otras ciudades[35]».
Desde el año 2000, otros estados como Karnataka, Madhya Pradesh, Guyarat y Tamil Nadu han adoptado también este modelo.
[39] Otros sectores como la energía, regadío, telecomunicaciones, suministro de agua y aeropuertos han cobrado impulso a través del modelo APP.
[48] El Gobierno pagó a asesores 180 millones de £ por estructurar, negociar y poner en marcha la APP.
Entre los encuestados, la provisión de servicios públicos mediante APP alcanzó su máximo (el 18 %) en 1977 y ha descendido desde entonces.
Un estudio[13] mundial reveló que en el 90 % de los proyectos de carreteras y ferrocarriles, los costes reales terminan siendo muy superiores a los previstos en las licitaciones iniciales, y que la demanda real es inferior a las previsiones.
Diversas fuentes,,,,[79][80][81][78] entre ellas el Banco Mundial[78] enumeran los factores para que una APP tenga éxito.
En muchos casos más de una fuente coincide en dar el mismo consejo, y en otros casos los consejos vienen de una sola fuente, pero no son contradictorios entre sí, sino que completan los aspectos que se deben tener en cuenta.
[82] Entrar en una APP puede ser tanto enriquecedor como destructivo, si no se hace con cuidado y formación.
En vez de menores precios, mayores inversiones y mejoras en el acceso del agua y saneamiento como se prometieron, los precios del agua son muy similares e incluso se han encarecido.
La gestión del contrato es un factor capital en la provisión de servicios compartidos, y los servicios que son más difíciles de seguir o reflejar con todo detalle en el lenguaje contractual a menudo permanecen en manos públicas.
La evaluación del desempeño se desprende de estas encuestas como una preocupación general y es frecuentemente criticada en los trabajos académicos sobre APP.»[10][11] Una APP para asistencia sanitaria se puede describir como un contrato a largo plazo (típicamente de 15 a 30 años) entre una autoridad pública y una o más empresas privadas.
Los participantes de la parte privada tienen un interés permanente en trabajar juntos para proporcionar competencias clave en operaciones, tecnología, financiación y experiencia técnica.
Las APP han sido utilizadas para financiar infraestructuras sanitarias desde finales de la década que comenzó en 1991.
En cambio el plazo de construcción se reduce a un tercio (99 meses con MT y solo 36 para APP).
Incluyen medicina preventiva como vacunas y microbicidas, así como tratamientos para "enfermedades desatendidas" (por las grandes compañías farmacéuticas, que dedican a ellas pocos esfuerzos de investigación ya que, al afectar a pobres, el beneficio esperable resulta escaso[97]).
La parte que mejor puede gestionar esos riesgos a menor coste no siempre es la privada.