Cuando hay riesgo, ya sea en los costes o en los beneficios, debería emplearse el concepto de valor óptimo (best value, un método de valoración[2] del Gobierno federal norteamericano que tiene en cuenta más factores que el precio, y que no debe confundirse con la política Best Value del Reino Unido, totalmente distinta).
Las actividades de aprovisionamiento se dividen a menudo en dos categorías distintas: gasto directo e indirecto.
Típicamente el aprovisionamiento se considera de una naturaleza más táctica (el proceso de comprar físicamente un producto o servicio), mientras que suministro y adquisición se entienden más estratégicos y generales.
El Instituto de Gestión del Suministro (ISM por sus siglas en inglés) define suministro estratégico como el proceso de identificar fuentes que podrían proporcionar los productos o servicios que la organización necesita adquirir.
[4] DAU define adquisición como la conceptualización, iniciación, diseño, desarrollo, prueba, contratación, producción, despliegue, apoyo logístico, modificación y desecho de armas y otros sistemas, suministros o servicios (incluida la construcción) para satisfacer las necesidades del Departamento de Defensa en misiones militares.
[4] Por tanto adquisición y suministro son conceptos mucho más amplios que aprovisionamiento.
El proceso de adquisición revisado para los grandes sistemas en la industria y la defensa se muestra en la siguiente figura.
Para estos encargados es importante emplear el modelo de suministro que mejor se ajuste a cada situación comprador-vendedor.
Procurement TV, establecido en 2015, es un medio de comunicación cuyo propósito es difundir diariamente vídeos con noticias y tendencias sobre aprovisionamiento.
Algunos de los pasos más comunes incluyen: La empresa Ardent Partners publicó en 2011 un amplio informe sobre el mundo del aprovisionamiento en ese momento.
Estas condiciones pueden obligar a usar materiales reciclados, a restaurar la cobertura vegetal de una zona en la que se han efectuado obras, etc.[9] La Comisión Europea ha adoptado su Comunicación sobre licitación pública para un mejor medio ambiente, donde propone que los Estados miembros alcancen el objetivo político de 50 % de aprovisionamiento público verde para 2010.