Ese mismo mes lanzó un manifiesto en el que tras atacar a los «extremistas en los dos campos» hacía un llamamiento a «los profesionales, los artesanos, los pequeños propietarios industriales y comerciantes, los hombres todos de formación liberal, ética rigurosa y conducta honesta».
Tampoco se sumaron el socialista Francisco Largo Caballero ni el conservador Felipe Sánchez Román.
De ahí que en sus manifiestos se aludiera muy poco a la represión franquista y que se ocuparan sobre todo del apoyo a los democracias occidentales en su lucha contra las potencias fascistas, en un momento en que parecía inminente la entrada en la guerra de la España franquista del lado de estas.
[3] Precisamente los manifiestos de la ADE fueron introducidos en España por las redes montadas por los servicios secretos británicos desde el sur de Francia y que dirigía Francisco Ponzán Vidal.
[4] En el segundo manifiesto lanzado en 1940, titulado «A Todos los Españoles», aún era más evidente el propósito de evitar que España colaborara activamente con las potencias del Eje:[5]