La alfabetización es la acción de "enseñar a leer y escribir"[1] para lograr el alfabetismo.
Esta crítica se puede observar en los modelos de James Paul Gee (autónomo e ideológico) sobre la alfabetización.
[6] Esta acción de enseñar puede ser gestionada desde la política pública como área de potencial en cuanto a democratizar el derecho a la educación y al acceso a la información[7] Se ha extendido un uso del término alfabetización ampliado para denominar al aprendizaje básico de cualquier cosa, uso que lleva a términos como alfabetización visual, alfabetización informática o alfabetización matemática, que no tienen que ver necesariamente con el uso del alfabeto.
La redefinición del concepto planteada arriba explicita la labor de profesores e instituciones educativas, y evita dar a entender que alfabetizarse académicamente es un asunto que concierne solo a los alumnos.
[13] Además, para participar en ese mundo con mayor autonomía y capacidad de interpretación.
[18] De manera similar, Dupont señala: "La palabra escrita los rodeaba, tanto en la vida pública como en la privada: leyes, calendarios, reglamentos en los santuarios y epitafios funerarios estaban grabados en piedra o bronce.
[21] Sin embargo, estas habilidades eran menos necesarias que antes en ausencia del gran aparato administrativo imperial, cuyos escalones medios y altos la élite había dominado como por derecho.
En este sentido podemos destacar los aportes de Emilia Ferreiro y Ana Teberosky quienes inician en la década del ‘80 toda una línea de propuestas apoyadas en principios piagetianos que enfrentan a los prejuicios conductistas o reduccionistas:[26] Esta tendencia conocida como “lenguaje total” o “lenguaje integral” trabaja sobre el sentido o la comprensión, dejando de lado aspectos analíticos.
En Argentina una de las representantes conocidas por sus investigaciones y propuestas teórico metodológicas materializadas en libros es Ana M.
[29] En continuidad con esta línea, últimamente han surgido estudios de investigación que articulan la semiótica con los procesos alfabetizadores proponiendo metodologías que recuperan los sentidos de la vida cotidiana para ofrecer a los niños un pasaje en continuidad desde los diálogos familiares y vecinales a los comunitarios y escolares.
Se cree que este proceso realmente inicia con la interacción lingüística con su familia y este aprendizaje que adquiere se sigue desarrollando todo el preescolar hasta que llega a una etapa de la educación básica donde sus tareas ya se pueden tomar más por actividades de lectura y escritura.
Todos estos métodos consisten en un conjunto de estrategias didácticas orientadas por objetivos pedagógicos.
[32] Es cuando el papel del docente obtiene mayor responsabilidad porque debe elegir qué método llevará a cabo con sus estudiantes y así buscar estrategias para la facilitación de su aprendizaje.
Ellos son igual de importantes que la alfabetización porque la educación debe ser un proceso de transformación en donde no solo el alumno es quien debe aprender, sino todos para que así podamos crear un entorno donde nos podamos desarrollar social y personalmente.
Se supone que los primeros trazos humanos apoyaban las recitaciones verbales[33] Hoy, ante el desarrollo exponencial de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), se hace imprescindible: Pero no debemos confundir la alfabetización visual con el lenguaje, pues interpretar imágenes no es combinar signos.
A pesar del aumento sustancial de niños matriculados en la escuela primaria alrededor del mundo, para la mayoría el aprendizaje académico no proporciona las habilidades básicas necesarias para tener éxito en el siglo XXI.
Por otra parte, se determinó que las intervenciones para la formación de los padres, y de tutoría niño a niño, no son eficaces, mientras que la televisión educativa parece mejorar la alfabetización dada la visualización frecuente.
[36] La alfabetización visual ofrece una comunicación efectiva mediante imágenes claras, facilita la comprensión rápida, estimula la creatividad, mejora la memoria y el aprendizaje, además de servir como herramienta persuasiva.
[37] Los datos mundiales disponibles indican variaciones significativas en las tasas de alfabetización entre las regiones del mundo.