Numerismo

[1]​ Las habilidades numéricas básicas consisten en la comprensión de las cuatro operaciones aritméticas fundamentales: adición, sustracción, multiplicación y división.

Por ejemplo, si la persona puede entender ecuaciones matemáticas sencillas, como 2 + 2 = 4, entonces se considera que posee al menos conocimientos numéricos básicos.

Una persona numéricamente culta puede gestionar las demandas matemáticas de la vida (pagar impuestos, controlar sus gastos, etc.) y responder a ellas.

[2]​ En cambio, el anumerismo (la carencia de numerismo) puede tener un impacto negativo en la persona que lo padece y en las sociedades donde es alto.

Por ejemplo, el anumerismo distorsiona la percepción de riesgo en decisiones que afectan a la salud y puede condicionar negativamente elecciones económicas.

[5]​ Casi todas las personas de inteligencia normal pueden adquirir alfabetización y numerismo con la escolarización habitual.

[6]​ Se considera a menudo que estas representaciones son innatas (véase Cognición numérica), compartidas por las diversas culturas humanas, e incluso con otras especies de animales, y no son el resultado de aprendizaje individual o transmisión cultural.

Sin embargo distinguir las diferencias entre grandes números de puntos les resultó más difícil.

Por ejemplo, en un experimento, el investigador presentó un niño 2 pilas de galletas, una con 2 y la otra con 3.

Aun así los logros de un escolar en matemáticas se correlacionan con su sentido innato para los números.

Los niños criados en familias de alto estatus tienden a realizar más actividades que refuerzan sus capacidades.

Se sugiere que ambos padres ayuden a su hijo en ejercicios de aprendizaje sencillos, como leer un libro, pintar, dibujar o jugar con números.

Parece haber una relación entre alfabetización y numerismo, que se puede ver en niños pequeños.

Sin que el bebé lo viera, un segundo investigador, oculto tras la pantalla, podía sacar o añadir muñecas.

Cuando se levantaba la pantalla, los bebés mostraban más sorpresa ante un número inesperado (por ejemplo, si todavía había 2 muñecas).

Este instituto ha incluido recientemente el numerismo como una de las habilidades que necesita tener un periodista competente.

Estos tests se usan con el fin de evaluar la capacidad del solicitante para comprender y aplicar números.

[27]​ Estos tests se popularizaron durante la década que comenzó en 1981, siguiendo el trabajo pionero de psicólogos como P. Kline.

La acalculia, en cambio, es la pérdida de capacidades numéricas, que la persona antes sí tenía, debido a un daño cerebral (por ejemplo, un derrame).

Las puntuaciones más bajas se dieron en países como Sudáfrica, Ghana, o Arabia Saudita.

La alfabetización consiste en adquirir vocabulario y capacidad para entender la gramática, lo que parece más estrechamente relacionado con la memorización, mientras que el numerismo implica manipular conceptos, como en cálculo o geometría, y se construye sobre las habilidades numéricas básicas.

[31]​[32]​ El innumerismo es también un problema muy común, que afecta a pacientes, médicos, periodistas y políticos, cuando se trata de la percepción del riesgo en comportamientos relacionados con la salud.

El innumerismo también dificulta o imposibilita a la lectura correcta de gráficos médicos.

[34]​ De hecho, muchos doctores muestran innumerismo cuando intentan explicar un gráfico o una estadística a un paciente.

Niños laosianos se divierten a la vez que mejoran su numerismo con el juego "Bingo de números". Tiran tres dados e idean una combinación de operaciones aritméticas con los números que salen que dé como resultado alguno de los números que quedan por cubrir en el tablero de juego, intentando cubrir 4 en una fila.