Es recordado por ser el primer legislador de los carmelitas, que le veneran como santo, mientras oficialmente es, para toda la Iglesia católica, beato.
Parece que Alberto nació a mediados del siglo XII en una familia noble, los Avogadro, condes de Sabbionetta.
En 1184 fue nombrado obispo de Bobbio y en 1185 trasladado a Vercelli, diócesis que gobernó durante 20 años.
Alberto llevó también allá a cabo una obra importante religiosa y política.
A su prudencia y actividad atribuyó el Papa que Tierra Santa no cayese por completo en poder musulmán.
[3] La regla estaba dirigida al hermano B.,[4] prior del Monte Carmelo, y a los eremitas de este.