Luego de haberse graduado como abogado, decidió empezar a estudiar Ciencias Políticas en la Universidad del Salvador, una institución privada confesional católica y jesuita, pero fue expelido por causas ideológicas, con el pretexto de que ya tenía un título universitario y que por lo tanto le quitaba el lugar a otros estudiantes que no lo tenían.
En los 80's se convierte en un acérrimo militante del liberalismo clásico y cofunda junto al escritor venezolano Julio Camino, quien en ese tiempo era diputado, la Fundación Libertas, para promover el capitalismo liberal por la vía de la acción política partidista.
Comenzó en Perú en el 2003, al llegar ese país, se unió con José Luis Tapia Rocha, Myriam Janet Ortiz Herrera, y otros peruanos más para fundar el Partido Liberal del Perú.
Básicamente quedando solo en Guatemala, comenzó a tener relaciones más cercanas con la Universidad Francisco Marroquín y su fundador el Dr. Manuel Ayau.
En noviembre del año 2019, regresa Guatemala con la intención de mudarse de manera permanente, para asesorar y colaborar con la fundación del Movimiento Familia, un partido político liberal, liderado por el ingeniero Jorge David Chapas.
Algunos gobiernos fusionistas han sido el de Margaret Thatcher en Europa y Ronald Reagan en Estados Unidos.
Para solucionar estos problemas propuso un proyecto político al que llamó La Gran Devolución, que consiste en hacer las respectiva separaciones entre lo público y lo privado, para esto se basó en autores como Abraham Kuyper, quien fue Primer Ministro de los Países Bajos a principios del siglo XX y en la teoría de la Soberanía de las Esferas, así como en el sociólogo conservador Thomas Sowell.
Estas cinco reformas estarían bajo los principios de gobierno limitado, mercados libres y propiedad privada.
No obstante, ha hecho algunos aportes, más a la acción que al pensamiento liberal clásico.
Mansueti considera que se requieren partidos políticos, para impulsar sus reformas desde los “poderes públicos”, por medios no violentos, negociando acuerdos en todo lo que no sea innegociable, o decidiendo por las reglas de la mayoría, así como bajo las guías de teorías políticas, construidas sobre los fundamentos establecidos por autores destacados, como Robert Dahl y Giovanni Sartori, entre otros.
Al mismo tiempo confronta la política estatista confesional, refiriéndose a la “derecha cristiana conservadora”.
Por eso, afirma que quiere presente la Biblia y las oraciones en las escuelas privadas de los cristianos, pero no en la enseñanza estatal.
El gobierno se dedicaría solamente a brindar seguridad, defensa, justicia y obras de infraestructura pública.
Los docentes y el personal administrativo adquirirían como pasivo laboral las instalaciones de los centros educativos.
Las familias pobres que realmente no pudieran pagar educación privada, serían asistidos por el Estado pero financiando la demanda y no la oferta, por medio de vouchers o bonos escolares con libertad de elección.
De igual manera que en laa reformas a la educación y la salud, los cupones han de ser reembolsados por el Estado a aquellos institutos privados o privatizados que los usuarios hayan escogido para servirse.
Para Mansueti los voceros del sistema declaran en favor de las PyMes y microempresas, lo que en la práctica significa: “arréglate como puedas”.
La teoría argumenta que en el piso de arriba, los empresarios formales disfrutan sus ventajas monopolistas y oligopolistas y los malos políticos reparten mendrugos y migajas entre los pobres para ser sometidos en calidad de clientela electoral; a estos Alberto llama “los pobres de arriba”, que son aquellos que no tienen dinero pero sí influencia política.
Para solucionar estos problemas es que Alberto Mansueti incluyó tres reformas sociales en su programa político.
Mansueti contrajo matrimonio en su estadía en Venezuela, del cual nació su única hija María Victoria, a finales de los años 70.
A causa de su matrimonio obtuvo la nacionalidad venezolana, sin embargo la perdió cuando Nicolás Maduro llegó al poder.