Nace como una universidad regional, ya que comprendía escuelas e institutos asentados en las ciudades de Santa Fe, Paraná, Rosario y Corrientes.
El edificio del Rectorado, cuya construcción finalizó en 1935, ha trascendido por los acontecimientos históricos que en el mismo tuvieron lugar.
La institución también cuenta con la editorial Ediciones UNL y varios medios de comunicación: Las dos emisoras LT 10 Radio Universidad (AM 1020 kHz), Radio La X (FM 103.5 MHz), el diario digital unlvirtual.edu.ar y el canal Litus TV.
Es así que más tarde se incorporan los estudios de farmacia y obstetricia.
En 2002 se dejó atrás la tecnología satelital, la cual además de que comenzaba a quedar obsoleta, limitaba la expansión geográfica del sistema.
[8] Investigadores de la UNL desarrollaron un equipo que usa las radiaciones ultravioleta e infrarroja para destruir el 2,4-D, un agroquímico muy utilizado.
El desarrollo se hizo acreedor del premio Innovar a la vinculación tecnológica 2010.
Una parte del sistema fue íntegramente realizada por investigadores de la UNL y ya se comercializa en toda Latinoamérica.
El objetivo del proyecto se enmarca en establecer una red pública de estaciones meteorológicas sobre la plataforma continental.
[12] La UNL desarrolló, como probióticos, pero sin bacterias, un aditivo en forma de polvo que permite transformar en beneficioso para la salud cualquier alimento.
[15] Al producir biodiésel, se obtiene un diez por ciento de glicerol, subproducto que en grandes cantidades puede convertirse en un desecho.
Una científica argentina forma parte del equipo de investigadores holandeses que pone a prueba este sistema en Europa.
[17] Especialistas de la UNL desarrollaron paneles antisísmicos consistentes en bloques resistentes al agua, al fuego, con características aislantes y antisísmicas, que representan una innovación en el campo de la construcción en seco.
La técnica provoca el traspaso a formas más simples e inocuas del contaminante, como agua y dióxido de carbono, es decir, compuestos que están presentes en la naturaleza.
[19] En la terminal instalada en la UNL, investigadores estudian el comportamiento del agua caída en cuencas urbanas y rurales.