Siendo empleado del Departamento del Distrito Federal, incursionó como actor aficionado con un cuadro dramático que puso en escena la obra Mujercita mía (1927).
A partir de entonces trabajó esporádicamente en compañías como la de Manuel Tamés y Luis G. Barreiro, así como en los programas del teatro Garibaldi (después llamado "Follies Bergere") hasta que en 1935 pasó a formar parte del elenco estable de la Cía.
Otras de las obras en las que actuó fueron: El arte de enfocar (1933), ¡Tengan su matraca!, El ídolo maya, Arriba la gasolina, Se acabó el frío, La cucaracha, El pueblo es feliz, Foul, El proceso de la canción, Rival, La vedette esperada, Musas latinas, San Joaquín vencedor, El país del mañana, Ventanita morada, México ríe, El peso murió, Los granujas, El país de los cartones, Robador de estrellas, La virgen morena (todas en 1935); Cachita (1936), ¡Allá en el Rancho Grande!, Guadalajara, El derrumbe de San Juan, Canciones del mundo, Mujeres y deportes (1937); El sufragio efectivo (1939), Niebla, El círculo de yeso, Domingo siete, El trópico canta y El saxofón de Aquilino (1940).
Junto con Armando Soto La Marina "El Chicote" y Fernando Soto "Mantequilla", formó el trío más destacado de cómicos de apoyo que desfilaron en la Época de Oro del cine mexicano.
Su humorismo ingenuo y cándido, lleno de inocentes picardías le hizo ganarse la simpatía del público.