La ilusión viaja en tranvía

Juan Godínez "El Caireles" (Carlos Navarro) y Tobías Hernández "El Tarrajas" (Fernando Soto «Mantequilla») reparan con antelación el tranvía 133, pero su felicidad se derrumba cuando son enterados de que dicho tranvía, en el que se han pasado media vida trabajando, va a ser retirado del servicio e irá a dar al depósito de desecho, y con ello probablemente su empleo.

"Medio jarras", puesto que van a consolarse a una cantina, representan sólo el primer acto de una pastorela de barrio en verso en la que Caireles es Dios y Tarrajas el Diablo y Adán, y la hermana de éste, una honrada, coqueta y a la vez arisca Lupita (Lilia Prado), es Eva.

El trayecto que sigue el tranvía está lleno de incidentes divertidos e insólitos que Buñuel siempre consideró naturales en el contexto mexicano.

También se plantea la esencia funcional de la valía con los tres personajes principales y el velador, y la denostación a los soplones, típica de Buñuel.

La cinta constituyó la última participación de Lilia Prado con Luis Buñuel; anteriormente habían trabajado en Subida al cielo y Abismos de pasión.