[1] También pensaba que las causas del conflicto eran rasgos ineludibles de la sociedad actual, es decir, capitalista.
Especialmente durante los años sesenta y setenta, muchas personas, incluyendo académicos, suscribieron una aproximación marxista.
Sin embargo, señala Mouffe, si se desea el fin del conflicto y que la gente sea libre, siempre se debe tener en cuenta la posibilidad de que el conflicto pueda aparecer y proporcionar una arena donde las diferencias puedan ser enfrentadas, como parte del proceso democrático.
Para el agonismo, una sociedad es más democrática cuando permite la lucha entre proyectos alternativos que, no obstante, comparten determinadas reglas del juego.
Connolly propone un ethos positivo de compromiso, que podría ser utilizado para debatir las diferencias políticas.