[cita requerida] En 1895 Adelia María conoció a don Ambrosio Olmos, gran terrateniente cordobés, propietario de una enorme fortuna, que había sido gobernador de su provincia por el Partido Autonomista Nacional entre 1886 y 1888, prematuramente defenestrado por los juaristas.
Cuando Olmos se estableció definitivamente en Buenos Aires, conoció a la joven y bonita Adelia, de quien quedó profundamente enamorado.
Asimismo esta inmensa obra religiosa la complementó con una importantísima acción de beneficencia y social.
Por sus obras caritativas Adelia María Harilaos de Olmos fue honrada por la Santa Sede con importantes distinciones: Condesa del Estado Pontificio (1930); Marquesa Pontificia (1934)[2] Condecoración del Santo Sepulcro y Pro Iglesia et Pontífice.
Se afirma que llegó a vender una estancia (presumiblemente “La Sofía”), para colaborar con la realización del congreso eucarístico, en el cual actuó, junto a María Unzué de Alvear, como vicepresidente primera de la comisión ejecutiva del mismo.
Inaugurado en 1909, el edificio ubicado en la esquina de la avenida Alvear y Montevideo había sido encargado por la familia Fernández Anchorena, que apenas lo habitó pues vivía habitualmente en París.
En 1922 sus dueños lo alquilaron al presidente Marcelo T. de Alvear y su esposa, la ex soprano, Regina Pacini, transformándose así en aristocrática residencia presidencial.