En el Parque nacional Kruger son más frecuentes en las regiones rocosas, como las montañas Lebombo o entre Punda Maria y Pafuri.Por ejemplo, en Senegal se utiliza para elaborar una de sus bebidas tradicionales, el bouye.Pero no sólo influye a la literatura africana, también lo hace en la literatura española, como lo demuestra el libro El caudillo de las manos rojas de Gustavo Adolfo Bécquer, quien nos deleita con éste párrafo:La novela ficticia tiene como actores a los baobabs, quienes, con sus inmensas raíces generan problemas.Le hice comprender al principito que los baobabs no son arbustos, sino árboles tan grandes como iglesias y que incluso si llevase consigo todo un rebaño de elefantes no serían suficientes para comerse un solo baobab.—Habría que poner los elefantes unos sobre otros… Y luego añadió juiciosamente: —Los baobabs, antes de crecer, son muy pequeñitos.Me fue necesario un gran esfuerzo de inteligencia para comprender por mí mismo este problema.Entonces se alarga extendiendo hacia el sol, primero tímidamente, una encantadora ramita inofensiva.Pero si se trata de una mala hierba, es preciso arrancarla inmediatamente en cuanto uno ha sabido reconocerla.A lo largo del Zambezi, las tribus creen que los baobabs eran rectos y demasiado orgullosos.Los dioses se enojaron, los arrancaron de raíz y los arrojaron al suelo boca abajo.Los espíritus malignos ahora causan mala suerte a cualquiera que recoja las dulces flores blancas.Entonces, una noche, durante una tormenta, el árbol abrió su tronco y llevó adentro a las doncellas.Sudáfrica estableció la Orden del Baobab para premiar a sus ciudadanos excepcionales, entre las razones que justifican al Baobab para denominar a este importante reconocimiento, se expresa: La Orden del Baobab se otorga en tres clases: Adansonia digitata fue descrita por Carlos Linneo y se considera que fue publicado originalmente en el apéndice de Species Plantarum 2, 1190, en 1753.[11] Sin embargo, la especie no contó con la validación del género hasta su publicación en Systema Naturae, Editio Decima 2: 1144, 1382, en 1759.[12] Adansonia: nombre científico que honra al sabio francés de origen escocés que describió por primera vez a éste árbol, Michel Adanson (1737-1806), y deriva directamente de su apellido.
Árbol del pan del mono en Tanzania.
Ejemplar en el centro de Botsuana.
Ejemplo de cómo se pueden extender las raíces.
Detalle del tronco.
Área donde se encuentra
El baobab en
Mahajanga
, Madagascar, tenía una circunferencia de 21 metros en 2013. Se convirtió en el símbolo de la ciudad, y anteriormente era un lugar para ejecuciones y reuniones importantes.
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